Como personas estamos en constante transformación. Un día piensas en cambiar el mundo y al otro solo quieres cambiar de serie. Evolucionamos tanto por dentro (nuestra forma de pensar y de ver el mundo) como por fuera. Nuestro estilo se transforma al igual que lo hacen las modas. De hecho, son esos cambios los que nos impulsan a evolucionar. Jubilar esos vaqueros skinny que te cortaban la circulación y lanzarte a los baggy, salirte de la paleta negra y aventurarte en el mundo del verde oliva, el amarillo mantequilla o el cherry red. Relajar esa estética sobria y abrazar los cores deportivos (balletcore, tenniscore o blokecore).
Todos esos cambios nos iluminan, nos mueven y nos dan chispa. Pero ojo, que la moda no se limita a las tendencias de color, ropa o estilo del momento. Va mucho más allá, ¡hasta tu factura de la luz puede volverse tendencia! Sí, no es broma. Cambiarse de compañía eléctrica también está de moda. De hecho, de acuerdo con los últimos datos oficiales, cada día se producen en el sector eléctrico español un promedio de 13.000 -sí, 13.000- cambios de comercializadora, lo que equivale a una descomunal mudanza del 6,5 % de los consumidores por trimestre. Un récord histórico, según la Comisión Nacional de Mercados y Competencia. Heavy, ¿no?
Pero, te estarás preguntando, ¿a qué se debe este bum? Pues a que el precio de la electricidad nos tiene a todos con el alma en vilo. Es una de las grandes preocupaciones en los hogares. Pero también a que, sorpresa: cambiar es fácil (no te cortan el suministro ni te penalizan). Viendo este panorama, las diferentes compañías se ponen las pilas (nunca mejor dicho) y lanzan propuestas muy jugosas para captar nuevos clientes. Peeeero… ya sabes cómo va esto: cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, tal vez no lo sea. Y es que a veces los precios cambian más que tu estado de ánimo, la transparencia brilla por su ausencia y las tácticas de venta parecen sacadas de una peli de acción.
Por eso, más que nunca, es importante contar con alguien que te eche un cable, te traduzca lo que pone en letra pequeña y no te suelte tecnicismos como si fueras ingeniero eléctrico. Y es que, cuidado, el mayor obstáculo no es la factura, ni el precio, ni los contratos imposibles de entender. Es la pereza. Esa vocecita que dice “ya lo haré mañana”, mientras cierras el portátil y te pones una serie. Aunque sepas que estás pagando de más. Aunque lo sospeches cada vez que llega el recibo. Esto tiene nombre: la cuota de la pereza. Y se paga cara.
Aquí entra OIIO -recuerda que nuestra app está tanto en Android como en iOS- para ayudarte. Olvídate de la pereza y no le tengas miedo a la factura. Si necesitas un cambio, hazlo; pero no te fijes solo en el precio, también ten en cuenta la propuesta de valor que te ofrece el nuevo proveedor: descuentos, promociones, servicios adicionales… y algo muy importante: la calidad de la atención al cliente. Nosotros comparamos todas las opciones del mercado, analizamos todos esos factores (precio y demás) y elegimos la que mejor encaja contigo y con tu situación. Para que la decisión sea informada y no por moda. Y lo más importante: fácil y segura. Así es cómo cambiamos contigo.