Hemos llegado a la mitad de 2025 (sí, ya estamos en junio) y parece un buen momento para parar, respirar y mirar atrás. El año empezó fuertecito: subidón del IVA al 21% en electricidad, recorte de los descuentos del bono social eléctrico, aumento de los costes fijos (sí, esos peajes y cargos del sistema que nadie entiende) y, por si fuera poco, EL APAGÓN. El apagón y sus consecuencias, claro. Vamos, que seguimos aquí de milagro.
Ante tanto drama energético, ahorrar en la factura de luz ya no es un capricho, es casi supervivencia. La buena noticia es que se puede. Y no hablamos solo de ducharte en frío o vivir a la luz de las velas. Hay trucos muy sencillos que marcan la diferencia. Aunque lo más fácil y efectivo sigue siendo contratar una tarifa ajustada a tu consumo (con OIIO, por supuesto 😉), también puedes adoptar algunas rutinas que te ayuden a minimizar tu consumo y – lo que más nos gusta- pagar menos.
El enemigo invisible: el consumo fantasma
Algo invisible chupa tu energía sin que te enteres, pero tranquilo, no necesitas una güija para solucionarlo. Lo que necesitas es conocer al enemigo: el consumo fantasma. No, no es que tengas un espectro merodeando por el salón. Se trata del gasto eléctrico que generan los aparatos que, aunque apagados, siguen permanentemente enchufados. Puede que tu tele esté en negro o la consola apagada, pero si están conectadas, siguen consumiendo. Están en modo reposo, en espera, stand by, o como quieras llamarlo. Y sí, eso suma en la factura. De hecho, en España este tipo de consumo representa entre el 7 % y el 11 % del total del recibo de la luz de cada hogar.
¿A qué se debe ese consumo?
Tiene una explicación técnica (tranqui, sin dolor de cabeza). La mayoría de los aparatos electrónicos tienen dentro un transformador, es decir, una pieza que ajusta la electricidad de la red (230 voltios) al voltaje que necesita el cacharro. Lo hace mediante dos bobinas. El problema es que, aunque el dispositivo no esté funcionando, una de esas bobinas sigue currando siempre. Por eso, aunque no lo uses, sigue consumiendo energía.
¿Cómo espantar al fantasma?
Ahora, lo importante: ¿Cómo reducir ese consumo sin tener que hacer un exorcismo eléctrico? Hay una serie de tips que pueden ser muuuy útiles para conseguir ahorrar.
- Desenchufa los aparatos cuando no los uses.
- Usa regletas con interruptor o, mejor aún, regletas con eliminador de stand by.
- Opta por aparatos con buena eficiencia energética (sí, esa etiqueta con letras también importa).
- Invierte en enchufes inteligentes con los que controlar el flujo eléctrico desde tu móvil.
En resumen: ahorrar en la factura eléctrica no tiene por qué ser un drama. Solo hay que conocer a los enemigos invisibles y tener a mano un par de trucos de ghostbusters modernos. Y si encima te pasas a una tarifa que encaje contigo, el ahorro ya está garantizado.
¿Te animas a probar? En OIIO -disponible tanto en Android como en iOS- estamos para ayudarte a pagar menos y vivir mejor. ¡Sin fantasmas!